Marginalia. Novela desconocida - Contracultura - Literatura Marginal

EL LIBRO DEL SOÑAR
Y
EL ENSAYO DE LA MUERTE

Gianella Galo
 

IV

Cuarta Etapa / Cuarto ritmo
(continuación)

 

Imagen622.PNGLa narración del sueño, el contarlo.

Génesis, capítulo 40, versículo 8

Le dicen a José (él está preso injustamente, en Egipto)… “hemos (otros presos) tenido un sueño y no hay quien lo inter prete”. José les dijo: “¿No son de Dios los sentidos ocultos? Vamos, contádmelo a mí”.

El jefe de los escanciadores contó su sueño a José: “Voy con mi sueño. Resulta que yo tenía delante una cepa, y en la cepa tres sarmientos que nada más echar yemas, florecían enseguida y maduraban las uvas en sus racimos. Yo tenía en la mano la copa del faraón, y tomando aquellas uvas las exprimía en la copa del faraón, y ponía la copa en la mano”.

José dijo: está es la interpretación: Los tres sarmientos, son tres días. Dentro de tres días levantará el faraón tu cabeza: te devolverá a tu cargo, y pondrás la copa del faraón en su mano lo mismo que antes”.

 

Segunda interpretación.

“Voy con mi sueño: Había tres cestas de pan candeal sobre mi cabeza. En la cesta de arriba había de todo lo que come el faraón de panadería, pero los pájaros se lo comían de la cesta, de encima de mi cabeza”. Respondió José: “está es su interpretación. Las tres cestas, son tres días. A la vuelta de tres días levantará el faraón tu cabeza y te colgará en un madero,
y las aves se comerán la carne que te cubre”.

Es perentorio contar el sueño en voz alta, que sea audible externamente, por uno mismo y por otro. Obviamente aquí se podría hablar por largo rato de la exteriorización del verbo y su sacrificio, de lo nombrado y por
ende manifestado,

pero es mejor que cada lector atrape este hilo y empiece a desenrollar la madeja.

También es notorio que quien sueña y sobre todo con algún tipo de sueño surge la necesidad de contarlos.

Hay un “hadiz” interesante sobre este tema que dice así: “El sueño cuelga de la pata de un pájaro mientras no se interpreta.

Cuando la interpretación se produce el sueño se desprende y cae”.

Y esto último nos lleva a saber a quién se le puede contar y quién será apto para interpretar.

 

Imagen622.PNGIntérprete

Este ítem reviste gran importancia

por lo delicado del tema. Cuando uno narra sus sueños, expone un aspecto realmente muy íntimo.

Iremos desgranando a través fundamentalmente de La Biblia y también de otros textos sagrados los aspectos que debería reunir quien hará de intérprete de los sueños.

Quien luego podrá utilizarlos con fines terapéuticos, o educativos.

 

Vayamos de a poco.

 

El Corán, sura XXII, versículos 6, 36, 37 y 41, nos da un primer indicio.

Así es como te tomará Dios por elegido suyo y te enseñará la interpretación de los acontecimientos; te colmará con sus beneficios a ti y a la familia de Jacob.

 

En el versículo 37, José aclara de dónde le viene este Don y dice:

Esta ciencia me viene de Dios, que me la ha enseñado, pues he abandonado la religión de los que no creen en Dios y niegan la vida futura.

 

La Biblia, Daniel, capítulo 2, versículo 1

El año segundo de su reinado, Nabucodonosor tuvo unos sueños, que lo sobresaltaron y no le dejaron dormir.

El rey mandó llamar a los magos, adivinos, hechiceros y astrólogos para que le interpreten los sueños.

Cuando llegaron a su presencia, el rey les dijo: “He tenido un sueño que me ha sobresaltado al tratar de comprenderlo”.

Los astrólogos respondieron al rey en arameo.

“¡Viva el rey eternamente! Cuéntanos el sueño y nosotros descifraremos su interpretación”.

El rey les respondió: “Tened bien presente mi decisión: si no me dais a conocer el sueño y su interpretación, os cortarán en pedazos y vuestras casas serán demolidas. Pero si me dais a conocer el sueño y su interpretación, os colmaré de regalos, obsequios y honores. Por tanto dadme a conocer el sueño y su interpretación”. Ellos respondieron por segunda vez:

“Que el rey nos cuente su sueño y nosotros descifraremos su interpretación”.

Pero el rey replicó: “Ya veo que lo que vosotros queréis es ganar tiempo, sabiendo que mi decisión está tomada. Si no me dais a conocer el sueño, una misma será vuestra sentencia.

Os habéis puesto de acuerdo en decirme mentiras y patrañas, mientras cambia la situación. Por tanto contadme el sueño y me convenceré de que podéis darme también su interpretación”.

Los astrólogos contestaron al rey: “No hay nadie en el mundo capaz de descifrar lo que el rey pide. Ningún rey por grande y poderoso que fuera, ha preguntado jamás cosa semejante a ningún mago, adivino o astrólogo. Lo que el rey pide es difícil, y nadie se lo puede descifrar, excepto los dioses, que no habitan entre los mortales”.

Entonces el rey se enfureció terriblemente y mandó exterminar a todos los sabios de Babilonia.

Una vez promulgado el decreto de exterminar a los sabios, buscaron también a Daniel y a sus compañeros para matarlos.

Pero Daniel se dirigió de manera prudente y sensata a Arioc, jefe de la guardia real, que se disponía a ejecutar a los sabios de Babilonia. Tomando la palabra, preguntó a Arioc, oficial del rey: “¿Por qué ha promulgado el rey un decreto tan severo?”. Arioc le explicó el asunto y Daniel se fue a pedir al rey que le concediese un plazo para descifrar la interpretación.

Daniel regresó a su casa e informó del caso a sus compañeros Ananías, Misael, y Azarías, invitándolos a implorar la misericordia del Dios del Cielo sobre aquel misterio, para que no pereciesen Daniel y sus compañeros con el resto de los sabios de Babilonia.

El misterio le fue revelado a Daniel en una visión nocturna y él bendijo al Dios del Cielo, diciendo…

“Bendito sea el Nombre de Dios
por los siglos de los siglos,
pues suyos son la sabiduría y el poder.
Él hace alternar años y estaciones,
destrona y entroniza a los reyes,
da sabiduría a los sabios
y ciencia a los expertos.
El revela honduras y secretos,
conoce lo que ocultan las tinieblas,
y la luz le acompaña.
Te doy gracias y te alabo,
Dios de mis antepasados,
porque me has dado sabiduría y poder
has revelado lo que te habíamos pedido
y nos has dado a conocer el asunto del rey”.

Luego Daniel acudió a Arioc, a quien el rey había encomendado la ejecución de los sabios de Babilonia, y le dijo: –“No mates a los sabios de Babilonia. Llévame ante el rey y yo le daré la interpretación”. Arioc se apresuró a llevar a Daniel ante el rey y le dijo: “He encontrado a un hombre entre los deportados de Judá que puede revelar al rey la interpretación”.

El rey dijo a Daniel, apodado Baltasar :“¿Eres capaz de contarme el sueño que he tenido y su interpretación?”

Daniel le respondió así: “No hay sabios, ni adivinos, magos o astrólogos capaces de descifrar el misterio que el rey quiere saber, pero hay un Dios en el Cielo, que revela los misterios y que ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los tiempos. Estos eran el sueño y las visiones que tuviste mientras dormías”.

“Tú, oh rey, reflexionabas en tu lecho sobre lo que ocurrirá en el futuro, y el que revela los misterios te ha dado a conocer lo que sucederá. A mí se me ha revelado este misterio, no porque yo sea más sabio que el resto de los vivientes, sino para descifrar al rey su interpretación y para que tú comprendas las preocupaciones de tu mente.

Tú, oh rey, tuviste esta visión: una estatua, una enorme estatua de extraordinario brillo y aspecto terrible se levantaba ante ti.

La estatua tenía la cabeza de oro puro, el pecho y los brazos de plata, el vientre y los lomos de bronce, las piernas de hierro, y los pies mitad hierro y mitad barro. Mientras estabas mirando, una piedra se desprendió sin intervención de mano alguna, golpeó los pies de hierro y barro de la estatua y los hizo pedazos. Entonces todo a la vez se hizo polvo: el hierro y el barro, el bronce, la plata y el oro; quedaron como la paja de la era en verano, que el viento se lleva sin dejar rastro. Pero la piedra que había golpeado la estatua se convirtió en una gran montaña que llenó toda la tierra. Este era el sueño; y ahora expondremos al rey su interpretación.

Tú, majestad, rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha dado soberanía, fuerza, poder y gloria, te ha sometido los hijos de los hombres, las bestias del campo y las aves del cielo, donde quiera que habiten, y te ha hecho soberano de ellos, tú eres la cabeza de oro.

Después de ti surgirá otro reino inferior a ti, y luego un tercer reino de bronce que dominará toda la tierra. Luego vendrá un cuarto reino duro como el hierro, como el hierro que todo lo tritura y machaca; como el hierro que aplasta, así él triturará y aplastará a todos los demás. Y los pies y los dedos que viste, mitad de barro de alfarero y mitad de hierro, corresponden a un reino que estará dividido; tendrán la solidez del hierro, pues viste el hierro mezclado con el barro. Los dedos de los pies mitad de hierro y mitad de barro, significan que el reino será a la vez fuerte y frágil. Y como viste el hierro mezclado con el barro, así se mezclarán los linajes entre sí, pero no se fundirán unos con otros, como el hierro no se funde con el barro. En tiempo de estos reyes, el Dios del Cielo hará surgir un reino que jamás será destruido, ni cederá su soberanía a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos estos reinos, y él subsistirá por siempre; tal como viste desprenderse del monte, sin intervención de mano alguna, la piedra que redujo a polvo el hierro, le bronce, la plata, y el oro.27

El gran Dios ha revelado al rey lo que sucederá en el futuro.

El sueño es verídico y su interpretación, fiel”.

*

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NOTAS:

27 Las eras o grandes tiempos que narra la tradición hindú.

     
 
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